Fue encontrado en 11 pacientes en hospitales por científicos
de la Universidad Federal de San Pablo, que ahora lo reportan en una revista
especializada. Se trata de un microorganismo que resistente a varios
medicamentos con alta frecuencia y puede causar la muerte.
La pandemia del coronavirus en Brasil favoreció el avance de
un super-hongo en los hospitales de Brasil. Con la ocupación completa de las
unidades de cuidados intensivos, el personal sanitario física y mentalmente
agotado y el resto de las salas desbordadas de pacientes, se fueron generando
las condiciones ambientales para que Candida auris, un microorganismo que es
resistente a los medicamentos contra hongos con frecuencia. Ya se lo detectó en
al menos 11 pacientes en ese país, y los científicos están preocupados por la
posibilidad de que el microorganismo se esté transmitiendo en los centros
hospitalarios en el contexto de una crisis sanitaria sin precedentes.
Los dos primeros casos de personas infectadas por el
super-hongo se detectaron en diciembre de 2020 en un hospital de Salvador, en
el Estado de Bahía, al Noreste de Brasil. Fueron descritos a través de un
trabajo que se publicó ahora en la revista Journal of Fungi. Lo llevaron a cabo
investigadores dirigidos por el doctor Arnaldo Colombo, jefe del Laboratorio de
Micología Especial de la Universidad Federal de São Paulo (UNIFESP). Contaron
con el apoyo financiero de la Fundación de Investigación de San Pablo (FAPESP).

El super-hongo puede causar infecciones invasivas sanguíneas
y de otros tipos, especialmente en los pacientes que están internados en
hospitales y hogares de ancianos y que tienen muchos problemas médicos. Más de
1 de cada 3 pacientes mueren dentro del mes de haber recibido el diagnóstico de
una infección invasiva por C. auris, según los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades de Estados Unidos/(Centers for Disease Control and
Prevention via The New York Times)
“Otros nueve pacientes de C. auris han sido diagnosticados
desde entonces en el mismo hospital”, contó el doctor Colombo. Algunos de los
pacientes fueron solo colonizados por el microorganismo, pero sin hacerle daño.
Otros sí fueron infectados. “No se han registrado otros casos en Brasil, pero
hay motivos de preocupación. Estamos vigilando las características evolutivas de
los aislados de C. auris de los pacientes del hospital de Salvador”, expresó.
El temor se debe también a que ya se han identificado
muestras con sensibilidad reducida a los fármacos fluconazol y a las
equinocandinas. Pertenecen a la principal clase de medicamentos utilizados para
tratar la “candidiasis invasiva”, pero serían menos eficaces si una persona
adquiere la infección con el super-hongo.
“Hasta el momento, en la Argentina no se han detectado casos
de pacientes con la infección por Candida auris”, dijo a Infobae la
investigadora del Instituto ANLIS/Malbrán Constanza Taverna. “Es una especie de
levadura dentro del reino de los hongos. En el año 2016, desde ANLIS/Malbrán se
emitió un alerta, y se volvió a hacer en noviembre de 2020 para que los centros
hospitalarios del país estén atentos con la vigilancia de las infecciones por
hongos. Hasta ahora no se lo detectó en los hospitales del país”, dijo Taverna,
que está a cargo del Servicio de Identificación de Levaduras.
“C. auris es un patógeno que afecta más a pacientes con
problemas en el sistema inmune -señaló la bioquímica Taverna-. Causa
infecciones sistémicas en pacientes internados. Puede transmitirse a través de
catéteres contaminados u otras vías dentro de los centros hospitalarios”.
Con la excepción de C. auris, los hongos del género Candida
forman parte de la microbiota intestinal humana y sólo causan problemas cuando
hay desequilibrios en el organismo, explicó Colombo. Entre ellos se encuentran
infecciones como la candidiasis vaginal y la candidiasis oral, a menudo
causadas por C. albicans.
Sin embargo, en algunos casos, el hongo puede entrar en el
torrente sanguíneo y provoca una infección sistémica conocida como
“candidemia”, que es la forma más común de candidiasis invasiva, similar a la
sepsis por bacterias. La invasión del torrente sanguíneo y la respuesta
exacerbada del sistema inmunitario al patógeno pueden causar daños en varios
órganos e incluso provocar la muerte. Según la evidencia científica, la
mortalidad entre los pacientes con candidemia infectados por C. auris puede
alcanzar el 60%.
En Brasil, hay autoridades y especialistas que han advertido
que la marcha relativamente lenta de la vacunación, la reapertura prematura de
la economía y la circulación de la variante Delta auguran una nueva embestida
de la pandemia en el segundo país más enlutado. Desde enero, la variante que se
detectó en Manaos venía contribuyendo al aumento de casos de COVID-19/
EFE/Fernando Bizerra Jr./Archivo
En Brasil, hay autoridades y especialistas que han advertido
que la marcha relativamente lenta de la vacunación, la reapertura prematura de
la economía y la circulación de la variante Delta auguran una nueva embestida
de la pandemia en el segundo país más enlutado. Desde enero, la variante que se
detectó en Manaos venía contribuyendo al aumento de casos de COVID-19/
EFE/Fernando Bizerra Jr./Archivo

El super-hongo “se vuelve rápidamente resistente a múltiples
fármacos y no es muy sensible a los desinfectantes utilizados por los
hospitales y las clínicas”, explicó Colombo. “Como resultado, es capaz de
persistir en los hospitales, donde coloniza a los trabajadores sanitarios y
acaba infectando a los pacientes con COVID-19 grave y a otros pacientes
críticos de larga estancia”, detalló el científico de Brasil, donde el
Ministerio de Salud de Brasil informó que hubo 41 casos de COVID-19
relacionados con la Copa América, incluidos los de 31 jugadores o empleados de
los equipos participantes y los de 10 trabajadores contratados para el
certamen.
Varios factores hacen que los pacientes infectados por el
SARS-CoV-2 sean objetivos ideales para C. auris, entre ellos las largas
internaciones en el hospital, los catéteres urinarios y venosos centrales (que
permiten la invasión del torrente sanguíneo) y el uso de esteroides y
antibióticos (que alteran la microbiota intestinal) como medicamentos para
otras infecciones, que a veces son indicados cuando no corresponden.
El coronavirus puede dañar la mucosa intestinal de los
pacientes y eso facilita la invasión del torrente sanguíneo por parte de los
patógenos. De esta manera, los pacientes están en mayor riesgo de adquirir
infecciones por otros microorganismos/ Alissa Eckert, MS; Dan Higgins,
MAM/CDC/Handout vía REUTERS
Varios países han informado de la aparición de Candida auris
durante la pandemia de COVID-19. En noviembre del año pasado, el Instituto
ANLIS/Malbrán de Argentina emitió un alerta a los hospitales para que
estuvieran atentos a la posibilidad de que el super-hongo se detecte en
pacientes en hospitales.
Los investigadores de Brasil que estudiaron los casos de
pacientes con el super-hongo consideran que de manera urgente se debe
intensificar el control de las infecciones hospitalarias en todo el país. Como
medidas, resaltan que el uso racional de los medicamentos antimicrobianos en
las unidades de terapia intensiva es importante. Uno de los problemas es que
desde el inicio de la pandemia se han recetado la azitromicina y otros
antibióticos más ampliamente, y en la mayoría de los casos sin una verdadera justificación.
El super-hongo Candida auris se aisló por primera vez en
Japón en 2009. Pero la comunidad científica le prestó poca atención hasta
algunos años después, cuando se produjeron brotes de candidemia por ese
microorganismo en Asia y Europa. En 2016, un artículo del grupo de la UNIFESP
en el Journal of Infection informó de la llegada de la especie al continente
americano a través de Venezuela. Más adelante, se detectó en Colombia, Panamá y
Chile. Desde 2017, el equipo de la UNIFESP ha estado monitoreando la aparición
de nuevos hongos en infecciones del torrente sanguíneo documentadas por centros
médicos de todo Brasil, sin detectar C. auris hasta ahora.
Hasta ahora se han descrito cinco linajes de C. auris en el
mundo. Según Colombo, el linaje aislado en Salvador se asemeja más al original
asiático que la variante detectada en Venezuela y otros países sudamericanos,
lo que sugiere una segunda llegada independiente del super-hongo al continente.
“Puede haber una fuente ambiental local, ya que ninguno de los pacientes
brasileños infectados por el hongo viajó al extranjero o tenía familiares
infectados”, dijo Colombo.
Todos los meses, desde diciembre, los investigadores han
recibido muestras del linaje aislado en el hospital de Salvador para probar su sensibilidad
a los antifúngicos en su laboratorio. Exponen al microorganismo cultivado a
concentraciones progresivas de medicamentos para determinar la dosis más baja
que puede inactivarlo. En el caso del C. auris presente en las muestras
recientemente aisladas en Salvador, por ejemplo, la dosis tiene que ser de
cuatro a cinco veces mayor que la utilizada para inactivar el aislado cultivado
en diciembre de 2020.
El super-hongo C. auris puede transmitirse en los entornos
de atención médica y causar brotes. Puede colonizarse en pacientes por muchos
meses, perdurar en el ambiente y resistir algunos desinfectantes que comúnmente
se usan en los centros de atención médica/ EFE/ Marcelo Oliveira/Archivo
En colaboración con colegas holandeses, el grupo de
científicos está llevando a cabo un estudio de secuenciación genética para ver
si el gen que confiere la resistencia a los fármacos en C. auris ha mutado
durante este periodo. “El mecanismo que permite a la especie desarrollar resistencia
a los fármacos no es la degradación enzimática, como en tantas bacterias
resistentes a los antibióticos”, dijo Colombo. El hongo desarrolla
modificaciones estructurales en las proteínas a las que se une el fármaco para
inhibir la síntesis de la pared celular, que es clave para su supervivencia.
Para hacer la vigilancia del super-hongo, se necesita que se
use la técnica de la espectrometría de masas de desorción/ionización láser
asistida por matriz, pero no siempre está disponible en los hospitales de
Brasil. “Si el análisis se realiza con métodos automatizados convencionales,
Candida auris puede confundirse con otras especies de hongos.
INFOBAE