La investigación estuvo a cargo de la fiscal Andrea Palín, titular de la UFI Nº 9 de La Matanza. Esta madrugada se ordenaron una serie de allanamientos que terminaron con su detención. Los detectives creen que las mujeres actuaban desde 2018.
Dos mujeres de nacionalidad peruana fueron arrestadas esta
madrugada en medio una serie de allanamientos acusadas de drogar y robar a
jubiladas en la zona Oeste del conurbano bonaerense y en la ciudad de Buenos
Aires. Luego de una investigación a cargo de la fiscal Andrea Palín junto a su
secretaria Evangelina Sánchez de la UFI Nº 9 de La Matanza, las sospechosas,
identificadas como Gloria Escobar y Rosario Ruiz Saucedo, fueron imputadas por
el delito de robo calificado por el uso de armas.
Sus “objetivos” eran siempre los mismos: mujeres mayores de edad. Con las sospechosas como protagonistas se comprobaron al menos tres robos. Todos los asaltos con una mecánica que, al parecer, estaba aceitada, ya que se cree que actúan desde 2018 con el mismo modus operandi.
Así, esta madrugada se llevaron a cabo tres redadas en la
ciudad de Buenos Aires: dos en el barrio de Balvanera y otra en Flores, donde
las sospechosas fueron detenidas. Los operativos estuvieron a cargo de la
División de Casos Especiales de la Policía Bonaerense, la División de
Investigaciones de Robo Organizado de la Policía Federal y la DDI de Matanza.
Según informaron fuentes judiciales a Infobae, todo comenzó
el 18 de marzo pasado, cuando una jubilada de 80 años denunció que dos mujeres
la habían drogado y robado en su casa ubicada en Ramos Mejía. Según los dichos
de la víctima, que luego fueron corroborados por los investigadores, la mujer
mayor salió de comprar en un comercio ubicado en la esquina de Bolívar y Alsina
y allí se le acercó en primer lugar, Gloria Escobar.
La mujer le preguntó a la jubilada si sabía dónde quedaba la
iglesia. La víctima le respondió que en la zona no había ninguna iglesia.
Entonces Escobar le mostró un manojo de papeles entre los que supuestamente se
encontraba la dirección del lugar que buscaba. Luego, con timidez, le dijo que
no sabía leer, que la disculpara, pero que estaba perdida.
En ese momento, Rosario Ruiz Saucedo, la segunda sospechosa,
se introdujo en la escena. “Perdón, pero escuché todo. No tenés que
avergonzarte por no saber leer. No es tu culpa, con la señora te vamos a
ayudar, ¿no es cierto, señora?, no te preocupes”, soltó. La jubilada asintió.
Luego, Ruiz Saucedo tomó todos los papeles que su cómplice tenía. “Esperá, acá
además de la dirección, tenés un boleto de lotería que dice que ganaste un
premio. Esperame acá que voy a averiguar”, les dijo, y comenzó a caminar.
La jubilada y Escobar se quedaron a la espera de la mujer en
la puerta del comercio. “Mire, señora, yo soy de una provincia y vine solamente
unos días. Mi madre siempre me dice que hay que sanitizarse por el coronavirus.
Hay que tener cuidado y más usted que es mayor”, le dijo Escobar, y sacó de su
bolso un rociador donde supuestamente había alcohol y se lo esparció por las
manos y el rostro.
Según la denuncia de la jubilada, en ese instante fue cuando
comenzó a sentirse mareada, como si estuviera drogada. Ruiz Saucedo volvió
aparecer. “Me dijeron en la lotería de acá a la vuelta que te ganaste 200 mil
pesos”, dijo. “No puede ser. No puedo estar más feliz. Gracias, gracias, pero
tengo un problema. No tengo dónde dejar el premio, porque me tengo que volver a
mi ciudad. ¿Usted señora no tiene un lugar seguro donde pueda guardar el
premio?, respondió Escobar.
Ahí fue cuando la jubilada accedió a ir a su casa. Una vez
que ingresaron, aprovecharon que la víctima estaba drogada y se llevaron todo
el dinero y las joyas que había en la casa. Así como entraron, salieron:
caminando. Pocas horas después, cuando el efecto de la droga se le pasó, la
víctima reaccionó y se dio cuenta de que le habían robado. De inmediato llamó a
su familia e hicieron la denuncia que recayó en la fiscalía a cargo de Palín y
comenzó la investigación.
En paralelo, la familia de la víctima publicó lo ocurrido en
Facebook y al menos tres personas relataron que habían sufrido exactamente el
mismo engaño cometido por dos mujeres. Ante esto, los investigadores
recolectaron pruebas, identificaron a las sospechosas por medio de las cámaras
de seguridad y se ordenaron los allanamientos que se concretaron esta
madrugada.
Cuando los detectives comenzaron a recolectar testimonios,
se llegó a un caso idéntico ocurrido también el 18 de marzo pasado, pero pocas
horas antes. Las sospechosas repitieron la escena frente a una mujer en el
centro de San Justo que acababa de cobrar su jubilación. Tras la puesta en
escena, la jubilada las llevó hasta la casa de sus jefes en el barrio porteño
de Belgrano y se llevaron todos los elementos de valor que había en el lugar.
También se supo de otro caso similar, pero en el barrio de
Caballito. Con el mismo modus operandi. Los investigadores sospechan que las
mujeres cometían este tipo de delito desde al menos 2018.
En los operativos los agentes policiales secuestraron miles
de dólares, pesos, joyas, celulares, ropa y químicos, que se cree que es la
sustancia que utilizaban para drogar a sus víctimas.
Esta tarde, Ruiz Saucedo se sentó frente a la fiscal Palín y
su secretaria Sánchez para dar su versión de los hechos. Según la mujer, ella
trabaja en una casa de cosmética y cobra $40 mil por mes, y negó la acusación.
“Comprobamos que la mujer tiene dos propiedades a su nombre, terrenos, que
viajó a Perú en los últimos meses, tiene dos celulares iPhones11, le envía
dinero a su familia allá. No condice lo que dijo ganar con ese nivel de vida”,
reveló un investigador del caso a este medio.
Por estas horas se espera la declaración de la segunda
acusada. De igual modo, las mujeres permanecerán encerradas en un calabozo
hasta que la causa se eleve a juicio, mientras continúan apareciendo más
víctimas que sufrieron robos cometidos por las dos ladronas de jubiladas.
INFOBAE
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