Los datos recopilados por la Fiscalía Nº 20 y la DDI Necochea, información, escuchas telefónicas y más, permitieron desarticular la banda. El líder se trata de Jorge Emilio Chacón, quien está detenido en una cárcel de Córdoba y junto a una mujer serán llevados a juicio.
Una pareja está acusada de estafar a dirigente gremial de Quequén en más de $ 260.000, a través de la modalidad del “cuento del tío”, pero la Fiscalía y la DDI Necochea tras tareas investigativas e inteligencia que incluyó más de 30 horas de escuchas telefónicas lograron desarticular a los integrantes de una banda organizada que también cometió otros fraudes.
La causa fue girada a la provincia de Córdoba, ya que se
supo que el líder de la red delictiva es un hombre que fue condenado a
reclusión perpetua por cometer homicidios en ese territorio mediterráneo.
Se trata de Jorge Emilio Chacón, quien desde la cárcel de
Cruz del Eje, engañó en su buena fe a una dirigente sindical entre el 31 de
marzo y el 2 de abril del año pasado, generándole un crédito bancario que luego
giró a una cuenta de su cómplice.
Precisamente, la otra imputada de los delitos de “estafas
reiteradas” es Antonella Patricia Olivera, también oriunda de Córdoba, quien
recibió en su cuenta personal de un banco digital creado hace años en el país,
la suma de $ 261.800.
Desde la Fiscalía Nº 20 de nuestra ciudad se informó que
tanto Chacón como Olivera, afrontarán un juicio oral que se llevará a cabo
durante este año en la Justicia cordobesa.
Por otro lado, el fiscal Walter Pierrestegui adelantó que el
juez de Garantías Nº 1, Guillermo Llugdar, dictó el cese de los descuentos que
le hacía a la damnificada la entidad bancaria con la cual operaba, ya que el
dinero que audazmente le gestionaron en carácter de préstamo, ella nunca lo
recibió.
El ardid
De acuerdo con la información suministrada por efectivos de
la DDI Necochea, se determinó que el individuo se pudo en contacto telefónico
con la dirigente gremial para ofrecerle el premio de una promoción de la
empresa telefónica por el pago de ese servicio por Internet.
Jorge Chacón se ganó la confianza de la víctima mediante un
diálogo fluido que luego permitió que el individuo se hiciese del número de
teléfono celular de la sindicalista y de los datos de una cuenta bancaria en
una sucursal de nuestra ciudad.
Con esa información, el malviviente con suma rapidez y
eficacia, gestionó un crédito personal a nombre de la dirigente gremial de
Quequén en la entidad bancaria con la cual operaba.
El monto del préstamo era de $ 261.800 con los descuentos ya
establecidos según la ley. Ese dinero, de inmediato, fue transferido a un CBU
de la cuenta bancaria a nombre de Antonella Olivera, quien resultó ser la
“cómplice” de Chacón en el ardid delictivo.
La damnificada
En definitiva, en la denuncia de la damnificada radicada en
la sede de la DDI local, quedó expuesto que en ningún momento recibió en su
domicilio los dos teléfonos celulares “prometidos” en la promoción que le
mencionó Chacón al ponerse en contacto con ella.
Además, se encontró con la sorpresa de un crédito gestionado
mediante su cuenta bancaria y que, lógicamente, nunca se hizo del dinero porque
fue derivado rápidamente a otra persona.
Cabe indicar que la causa judicial iniciada en nuestra
ciudad fue girada a la Justicia de Córdoba para que se adhiera al expediente
central que permitirá llevar a juicio a Chacón y Olivera, además de otros
imputados en delitos de similares características.
Una banda irá a juicio por fraudes reiterados
Integrantes de una banda (algunos integrantes se
encuentran alojados en el complejo
carcelario de Cruz del Eje) que organizaron y comandaron una “asociación
delictiva” destinada a cometer una pluralidad de defraudaciones, irán a juicio
oral en Córdoba.
Los malvivientes lesionaron el patrimonio económico de
distintas personas residentes en diferentes puntos del país.
Los acusados se comunicaban desde distintas líneas
telefónicas con diversas personas de distintas ciudades y utilizando nombres
falsos se hacían pasar por miembros de diversas empresas haciéndoles creer
falsamente a los destinatarios que habían resultado ganadores en el Telekino
con pozo vacante y que habían ganado un Smart Tv o un LCD.
También se hacían pasar por personal de la Administración
Nacional de Seguridad Social (ANSES) y utilizaban la antigua y siempre vigente
modalidad que se conoce como “cuento del tío”.
Solicitaban dinero
Luego que lograban inducir a los destinatarios de las
comunicaciones telefónicas, les solicitaban distintas sumas de dinero a favor
de otras personas en libertad que ponían sus cajas de ahorro a disposición de
la “asociación ilícita”.
Los malvivientes efectuaban los cobros de las transferencias
de dinero realizadas por los damnificados. Finalmente, repartían el botín
obtenido entre los integrantes del elenco delictivo.
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