El bautismo del buque Mar Argentino
Blooper sin precedentes-MÁS DE 10 VECES Y LA BOTELLA NO SE ROMPIÓ.
Luego de los discursos de rigor y de la bendición que
recibió el “Mar Argentino” todo estaba dispuesto para que la madrina procediera
a lanzar la consabida botella de champagne sobre la proa del buque con el propósito
de afianzar su nombre y augurar prosperidad y buenos vientos. Probablemente
producto de lo precario del sistema escogido para el lanzamiento, como así
también por el poco ortodoxo lugar de la nave sobre el que se arrojó la botella
(el lateral de la embarcación), ésta no se rompió. Sabido es que - siempre en
el contexto de las tradiciones navales- la no rotura de la “botella bautismal”
es de mal augurio. Más allá de cualquier superstición o leyenda, los buques
Titanic, Andrea Doria y el hoy famoso Costa Concordia comparten un origen y un
final común, sus botellas no se rompieron y todos naufragaron.
10 intentos, 10 fracasos
Seguramente por ser todos los participantes de la ceremonia
de bautismo conocedores de estas historias y tradiciones marineras, la
exclamación que se escucha en el video que inmortalizó el frustrado primer
intento de concretar el bautismo brotó de forma espontanea. Rápido de reflejos,
el locutor que ofició de maestro de ceremonia, instó a la doctora Cousseau a
repetir la escena aunque la misma arrojó idéntico resultado, el frágil vidrio
de la botella volvió a vencer a la dura chapa naval de la nave. Luego de un
tercer intento y de un cuarto adicional la cubierta del “Mar Argentino” seguía
sin ser regada por líquido espumante que le daría la energía suficiente para
hacerse a la mar.
Visiblemente molesto por la situación, el director del
INIDEP tomó la botella en sus manos y arremetió contra la nave una, dos y hasta
cinco veces sin poder lograr el cometido. Vencido y agitado accedió, a
instancias del locutor oficial, a abrir la botella y derramar finalmente el
contenido sobre la embarcación, algo que tampoco fue fácil de lograr.
La tradición Vikinga
Reconocida como una de las culturas pioneras en el arte de
navegar, la civilización vikinga es reconocida hasta el presente como una de
las más innovadoras en materia de diseño de embarcaciones, en el estilo de
conducirlas y en las mejoras constantes en las formas de propulsar sus naves.
También se les reconoce la paternidad sobre la tradición del “bautismo naval”.
Convencidos de que las naves tenían alma y de que había que dotarles de sangre
para que cobraran vida, cada buque que construían en sus primitivos astilleros
recibía a modo de bautismo la sangre del trabajador más joven utilizado en su
construcción al que arrojaban literalmente con una suerte de péndulo sobre la
proa del buque una vez que estaba terminado para que la sangre del malogrado
trabajador transmitiera a la “nao” fuerza, valor, resistencia para vencer los
embates del mar.
Con el correr del tiempo, el natural y en este caso afortunado
desarrollo de la civilización hizo que la costumbre fuera mutando hacia el uso
de animales, luego mascarones de proa para brindar protección contra los males
del mar, agua bendita, vino (hacia el 1800) y posteriormente y hasta nuestros
días el consabido champagne.
Sobre el “Mar Argentino”
Como se ha dicho, esta moderna nave dotada de la última
tecnología en materia de navegación e investigación, permitirá al INIDEP dar un
paso cuantitativo y cualitativo en materia de investigación y prospección
pesquera. Ambas tareas son fundamentales para poder entre otras cosas
determinar la biomasa y los stocks de las distintas especies ictícolas que
habitan en el mar argentino y de esta forma fijar las cuotas máximas de captura
para cada especie asegurando la denominada pesca sustentable y no depredadora.
El “Mar Argentino” es una embarcación de 36 metros de eslora ( argo) y 8,5
metros de manga (ancho), que cuenta con propulsión diésel eléctrica, quilla
retráctil y un sistema de baja propagación de ruido al agua para evitar
interferir con la evolución de los cardúmenes. Lo tripulan 19 personas de las
cuales 11 son parte de la dotación náutica y los 8 restantes científicos.
La renovación de la vetusta flota de investigación del
INIDEP fue planteada en 2015, siendo luego la gestión del ex presidente Mauricio
Macri quien la llevó adelante mediante un convenio con el astillero español
Armón lo que generó severas protestas de los referentes locales de la industria
naval quienes argumentaron que el país estaba en condiciones de construir
embarcaciones de este tipo. No obstante, en lo que fue una política constante
entre 2015 y 2019, todas las construcciones navales civiles o militares fueron
encargadas a astilleros extranjeros. Asimismo, las actuales autoridades han
dado claras muestras de seguir por el mismo camino dado que se han confirmado
todas las construcciones navales programadas para el periodo 2020 2023.
En otro orden y si bien la comunidad pesquera en general se
muestra conforme con el plan de renovación encarado por el máximo organismo
científico nacional en la materia, aún se levantan voces desde el sector de los
trabajadores marítimos por la decisión del INIDEP de tripular estas naves
civiles con oficiales de la Prefectura Naval Argentina. “Es una fragrante
violación a las normas internacionales en materia de navegación civil y la
presencia de personal policial en actividad viola la legislación nacional en la
materia que taxativamente impide al personal de la Armada o la Prefectura
Naval, desempeñarse en buques civiles sin hacer los cursos de conversión
necesarios y mientras se encuentren en actividad” Indican los capitanes
mercantes. Infobae consultó al respecto a la Prefectura Naval y desde el
organismo se rebatieron los argumentos gremiales indicando que existe un
convenio específico firmado entre ambas agencias estatales y que al ser un
buque estatal no se estaría violando ninguna norma.
INFOBAE
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