La voz de alerta la dio una mujer, a quien le sacaron $248.000 de su cuenta bancaria. La Justicia del partido de Necochea y efectivos de la DDI de nuestra ciudad empezaron a investigar y descubrieron que las llamadas telefónicas del engaño provenían de la cárcel de Cruz del Eje, en el noroeste cordobés.
La estrategia no es novedosa, pero sí resultó efectiva. Alguien que decía llamar ofreciendo el premio de una promoción de la empresa telefónica línea cero de dos celulares de alta gama (Samsung S10) y cincuenta mil pesos en efectivo. Asimismo, realizaban otros llamados por parte de un supuesto empleado contador de la Anses -y que, en realidad, era un recluso del penal cordobés- les ofrecía a los destinatarios de las llamadas acceder a los $10.000 del Ingreso Federal de Emergencia (IFE). Para eso, les decía que tenía una orden de pago de aquel monto paliativo del desfase económico-financiero provocado por la pandemia del coronavirus. Para "verificar los datos", les pedían el nombre completo y el número de documento. La estafa estaba en marcha.
Una vez convencida la víctima, en ambos casos, la hacían ir
al cajero con la tarjeta de débito; a través de una nueva llamada telefónica le
indicaban que debía hacer algunas "operaciones adicionales", como
cambiar la clave de home banking y obtener la clave token. Con esos datos en su
poder, el estafador tomaba pleno control de las cuentas y las vaciaba. Hacían
transferencias a otras cuentas (abiertas a nombre de personas indigentes) y
también realizaban solicitudes de préstamos, con lo que, además de perder sus
ahorros, las víctimas quedaban con una deuda.
Un alto Jefe policial, detalló la mecánica de la estafa
virtual: "Llamaban al azar, informándole a la gente que habían ganado un
premio de una promoción o habían sido acreedores del IFE. Los hacían ir hasta
un cajero automático, les hacían ingresar sus datos personales, incluso las
contraseñas, y por medio de sus CBU les vaciaban las cuentas y les hacían tomar
préstamos personales de hasta $300.000".
Todas las llamadas salían del complejo carcelario Adjutor
Andrés Abregú, de Cruz del Eje. El juez de Control y de Faltas Nº 10 de
Córdoba, ordenó un allanamiento en una de las causas que su par de Necochea
Dra. Aida Lhez encomendó realizar mediante exhorto en una finca ubicada en el
barrio Azalais, en calle Mariano Benitez al 1800 provincia de Córdoba, donde
vivía el destinatario de las transferencias e usuario de la línea de teléfono
utilizada para concretar la maniobra fraudulenta.
Una de las organizaciones estaba integrada por dos presos y
un cómplice fuera de los muros del penal -mujeres y hombres con nexos directos
con esos reclusos- quienes se encargaban de retirar de los cajeros automáticos
el dinero de las víctimas.
Los investigadores entienden que esos cómplices serían
quienes ingresaran de forma clandestina en la cárcel los celulares, chips y
cargadores con los que, desde sus celdas, los internos que participaban de la
estafa pudieron hacer las llamadas a las víctimas.
Para la Justicia, al menos 3 personas integraban una banda;
y en otra 2, se analizan imputaciones por el delito de asociación ilícita y
estafas reiteradas. Una mujer era siempre el titular de una cuenta corriente en
la que le depositaban dinero.
Un problema sigue en vigente
Las autoridades advirtieron sobre la vigencia de los casos de ciberdelitos. La anormal
situación colectiva originada por la pandemia del coronavirus Covid -19 se
volvió un terreno ideal para los estafadores virtuales. Y en muchas ocasiones
se aprovechó el trámite para recibir la ayuda oficial como herramienta para
esos delitos. En abril pasado, por ejemplo, se conoció en San Nicolás un
episodio de similares características al utilizado por la red que operaba desde
la cárcel de Cruz del Eje.
En esa ocasión, una familia había perdido $1.500.000 que
guardaba en su cuenta bancaria tras recibir una indemnización. El damnificado
recibió entonces una llamada de un estafador que se hizo pasar por empleado de
la Anses para gestionar la asistencia IFE. En realidad, el ciber delincuente
buscaba acceder a los datos bancarios y una vez obtenida esa información
realizó transferencia hacia múltiples cuentas.
El mes pasado, la Justicia de Mar del Plata alertó también
sobre la modalidad de estafas a partir de falsas promesas sobre ayuda para
acceder a la asistencia económica que el gobierno nacional puso a disposición
de los sectores más golpeados por las medidas de prevención sanitaria. En todos
los casos el movimiento delictivo es similar, con llamados que buscan conseguir
datos sobre cuentas bancarias.
Otro método de estafa se detectó en Mar del Plata, donde
luego de un llamado telefónico de un estafador haciéndose pasar por familiar de
la victima, manteniendo conversación ganándose la confianza de la misma y una
segundo persona como contador del banco que pasa por su domicilio a retirar
dólares que estarían por vencer la denominación
INFORMÓ FIGAALVARADO
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