Manifestaron su preocupación ante la señal que dieron las autoridades municipales por el incremento de casos de Covid-19 especialmente en Miramar y Otamendi. De confirmarse esta medida, podrían paralizarse todos los proyectos de obras edilicias a partir de la próxima semana, generando un fuerte impacto económico en el sector.
Desde el Centro de Técnicos de General Alvarado (Cetiga)
mostraron una profunda preocupación, al observar el anuncio de medidas
gubernamentales locales, que plantean la posibilidad de bajar a fase 3 de la
cuarentena, producto del incremento de casos registrados las últimas semanas,
sobre todo en Miramar y Nicanor Otamendi.
De prosperar la medida, entre otras cosas, directamente
habría una paralización de todos los proyectos edilicios desde el próximo
lunes.
“Se prolongaría aún más su agonía con las consecuencias sociales
que apareja la suspensión de un motor productivo como lo es la industria de la
construcción, generadora de trabajo en ámbitos formales e informales”,
destacaron desde la institución.
Asimismo, en un escrito hecho llegar a la prensa reflejaron
que, “es innecesario profundizar sobre la dramática situación actual del sector
y su incidencia en la economía local, conocida ampliamente y visible por el
conjunto de la sociedad, la industria de la construcción es madre de
industrias, no solo tiene impacto directo sino que tiene un gran impacto
indirecto”.
Contrariamente al criterio que se sigue sosteniendo desde la
Provincia de Buenos Aires , los técnicos de General Alvarado entienden que,
“las obras privadas deberían ser habilitadas en fase 3, teniendo en cuenta que
existen condiciones particulares muy razonables para su desarrollo que son
propias de la actividad misma, como de la región en la que se desarrolla. La impronta predominante urbano-ambiental del
Partido de general Alvarado y sus ciudades, no se puede comparar con las que
caracterizan al conjunto del AMBA ni tienen la estructura de lo que se suele
definir como conurbano que rodea a la capital del país”.
Al mismo tiempo añadieron que, “son los lugares en los que
se piensan, cuando se elaboran los criterios de las fases y que actividades
productivas quedan excluidas. Por el contrario, no compartimos con aquellas
regiones ni las dinámicas demográficas, ni de movimiento de transporte público
entre jurisdicciones, ni las grandes aglomeraciones de transeúntes en espacios
públicos”.
En otro párrafo del escrito argumentaron que, “la
construcción es una actividad habituada a los sistemas de seguridad estrictos y
la naturaleza misma del trabajo es compatible con el distanciamiento, los
espacios ventilados y demás cuidados preventivos”.
Protocolo
“La obra pública viene funcionando desde marzo, en
condiciones de Fase 1 con aceptable éxito siendo ejecutada por los mismos
actores del sector empresarial y de la provisión de insumos”, suscribieron los
técnicos.
Por todos estos motivos y porque no puede obviarse la
trascendencia económica y el efecto multiplicador de la actividad, existe una
real necesidad que los proyectos
privados continúen en el Partido de General Alvarado, más allá de la
determinación de un posible descenso a la fase 3.
“Ya no alcanzan ayudas económicas menores ni promesas
futuras de incentivo a la actividad o agilización de gestiones -resultando a
estas alturas casi placebos inútiles-, las obras privadas no deben paralizarse
y los próximos días serán decisivos en cuanto al comportamiento de las
instituciones involucradas”, concluyeron miembros de Cetiga.
LA CAPITAL
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